¿Por qué los perros rascan después de hacer del baño? Descúbrelo aquí

Los perros son criaturas fascinantes que expresan su comportamiento de maneras muchas veces enigmáticas e intrigantes para sus dueños. Uno de los comportamientos más curiosos que han sido observados en estos animales es el de rascar el suelo o el área donde acaban de hacer sus necesidades. Este acto, que puede parecer trivial a simple vista, puede reflejar una serie de instintos y necesidades que tienen los perros. A pesar de que este rasguño pueda verse como un simple rasgo de los caninos, entender el por qué de este comportamiento puede llevar a los propietarios a mejores prácticas de manejo y cuidado.
En este artículo, vamos a profundizar en las diferentes razones por las cuales los perros rascan el suelo después de hacer del baño. Desde comportamientos instintivos hasta manifestaciones de problemas psicológicos, nos proponemos desentrañar las causas detrás de este comportamiento y su relevancia en el bienestar canino. Se presentarán secciones que abarcan desde los instintos básicos que han heredado los perros de sus antepasados, hasta las manifestaciones de estrés y ansiedad que pueden surgir. Al final del artículo, también ofreceremos recomendaciones sobre cómo reaccionar si este comportamiento se vuelve excesivo o problemático.
Comportamiento Instintivo

Los perros, como muchos animales, tienen comportamientos instintivos que se transmiten a través de generaciones. Entre estos comportamientos, el de rascar después de hacer del baño tiene raíces profundas en la vida salvaje de sus ancestros. Este acto puede parecer una reacción simple, pero contiene una complejidad que está justificada desde una perspectiva evolutiva.
La herencia animal
Los perros son descendientes de lobos y otros caninos salvajes. En la naturaleza, rascar el suelo sirve varios propósitos funcionales. Por un lado, muchos animales rascan el área donde han hecho sus necesidades, ya que esto les permite enterrar los restos y eliminar así cualquier rastro de su presencia ante posibles depredadores. Esta acción forma parte de una estrategia de supervivencia crucial. El hecho de que los perros modernos todavía realicen este comportamiento es una prueba de la eficacia de estos instintos en la naturaleza.
Otro aspecto que ha sido observado es que rascar puede ayudar a marcar territorio. Los perros poseen glándulas sudoríparas en sus patas que secretan olores específicos. Al rascar el suelo, esparcen su aroma y lo mezclan con el de la tierra, creando una firma olfativa única que actúa como marcaje. Este comportamiento puede ser una mezcla de instintos de supervivencia y de socialización, ya que también informa a otros perros de su presencia y territorio.
Exploración del entorno
Además del instinto de marcar, rascar puede ser una forma de que los perros exploren su entorno. Cada superficie tiene texturas y olores únicos y, al rascar, un perro está usando sus sentidos para conocer más sobre su entorno. Este comportamiento puede parecer superficial, pero es una parte integral de su proceso de exploración que puede influir en cómo se sienten en su entorno y si consideran que es seguro.
Finalmente, al rascar, los perros también pueden estar limpiando sus patas. Puede sonar sorprendente, pero en algunos casos rascar les ayuda a eliminar elementos extraños que pueden estar pegados a sus almohadillas, como tierra, hierba o incluso partículas de suciedad. Con esto, se asegura una buena higiene personal, que es un instinto muy importante también en el ámbito animal.
Liberación de Energía
En el mundo de los perros, es fundamental comprender que estos animales son altamente energéticos y que necesitan un medio para liberar esa energía acumulada. Esto es especialmente cierto después de actividades físicas o tras el uso del baño. Rascar puede ser una manifestación de esta liberación de energía.
Actividad física
Cuando un perro tiene una necesidad fisiológica, como orinar o defecar, también puede experimentar un aumento en la actividad física. Este aumento, aunque breve, puede dar lugar a una sensación de agitación o excitación. Los perros, especialmente los más jóvenes o aquellos que son muy activos, a menudo tienen dificultades para regular esta energía. En consecuencia, rascar puede convertirse en una manera de canalizar esa energía excesiva hacia un comportamiento que les permite liberar un poco de tensión acumulada.
Un buen ejemplo de esto es cuando un perro ha jugado durante un largo período y, se apresura a hacer sus necesidades, primero se siente aliviado, luego puede experimentar una reacción corporal que le impulse a rasgar el suelo o el césped. Al hacerlo, no sólo libera energía, sino que también encuentra una manera de volver a concentrar su atención y mantener su nivel de actividad controlado.
Estrategias de entretenimiento
Además de ser una liberación de energía, rascar puede ser una forma de juego para los perros. Como muchos animales, los perros tienden a repetir comportamientos que les resultan gratificantes. Si un perro asocia el rascar con una experiencia positiva o un momento de diversión, es probable que continúe haciéndolo en el futuro, incluso después de orinar o defecar. Esto se convierte en un ciclo en el que rascar no solo sirve como liberación de energía, sino que también es parte de su repertorio de juego.
Para aquellos dueños que se preocupan por el rasguño excesivo después de hacer sus necesidades, es recomendable introducir actividades que mantengan a su perro mental y físicamente estimulados. Paseos largos, sesiones de juego interactivas y juguetes que desafíen al can pueden ser opciones excelentes para reducir la necesidad de rascar de manera compulsiva.
Preparación para el Parto

Un aspecto importante a considerar, especialmente para las perras embarazadas, es que rascar el suelo puede indicar un comportamiento relacionado con el parto y la maternidad. Este tipo de rasguño no es exclusivo de los perros y se ha observado en muchas otras especies animales.
Instinto maternal
Las perras, a medida que se acercan al parto, pueden comenzar a rasgar el suelo como una forma de crear un nido. Este comportamiento instintivo proviene de la necesidad de proporcionar un espacio seguro y cómodo para sus cachorros. Al rasgar, están buscando materiales que, en la naturaleza, les ayuden a suavizar y hacer más agradable el lugar donde darán a luz. Esto puede incluir hierbas, hojas y cualquier otro elemento que encuentren en su entorno.
Si una perra comienza a rascar más de lo habitual, puede ser un indicador de que el parto se acerca. En tales casos, es importante brindar un ambiente tranquilo y seguro para que ella pueda establecer su nido de manera adecuada, alejada de distracciones y estrés. Este comportamiento puede ser normal, pero siempre es recomendable consultar con un veterinario para asegurarse de que no existan complicaciones.
Estrés durante el embarazo
Algunas perras pueden mostrar signos de estrés o ansiedad durante el embarazo, lo que puede llevarlas a rascar repetidamente como una forma de aliviar dicha tensión. Es esencial que los dueños presten atención a sus mascotas y proporcionen un ambiente equilibrado en el hogar. Crear un espacio acogedor y seguro, donde la perra se sienta cómoda, puede ayudar a reducir el comportamiento de rasguño excesivo.
Además, es recomendable mantener una rutina de visitas al veterinario durante el embarazo para asegurarse de que la madre y los futuros cachorros estén en buen estado de salud. Las interacciones con otros perros o situaciones potencialmente estresantes pueden afectar a las perras embarazadas, por lo que es mejor monitorear su entorno lo más posible.
Marcaje de Territorio
El marcaje de territorio es un comportamiento canino tradicional que se asocia frecuentemente con el acto de orinar o defecar. Sin embargo, el rascar también puede formar parte de este comportamiento territorial, ya que les permite comunicar su presencia a otros perros y a varios animales.
Comportamiento social
Los perros son animales sociales y poseen un instinto natural para establecer jerarquías y territorios. El rasgado después de hacer sus necesidades puede ayudar a reforzar su presencia en un área particular. Al rascar, no solo están dejando su olor a través de las glándulas de sus patas, sino que también están creando una marca visual que otros pueden notar. Esta combinación de señales es crucial para establecer las reglas y límites dentro del entorno donde viven.
Por ejemplo, si un perro rasca después de orinar en un parque, no solo está asegurando que su aroma esté presente, sino que también está mandando un mensaje a otros perros vecinos que están en la zona. Este comportamiento es parte del lenguaje canino y es utilizado para interactuar con otros miembros de su especie.
Interacciones con otros animales
Es interesante notar que el rasgar el suelo puede crear un espectáculo para otros animales. Un perro en el parque que se rasca repetidamente puede llamar la atención de otros perros y provocar respuestas o comportamientos similares, promoviendo así un tipo de comunicación y comportamiento social entre ellos. Las actividades como esta ayudan a construir vínculos y a comunicar la posición de cada perro dentro del grupo.
Sin embargo, este tipo de marcaje puede convertirse en problemas si es excesivo. Los perros que sienten la necesidad de marcar cada vez que están fuera pueden manifestar signos de territorialidad, lo cual puede llevar a teorías de dominación conductuales. En estos casos, se sugiere trabajar en la socialización y el entrenamiento de obediencia básica para ayudar a regular esos instintos.
Problemas Psicológicos
Desafortunadamente, algunas veces el rasgar puede presentar señales de problemas psicológicos que el perro está experimentando. Estos comportamientos anormales pueden ser provocados por un rango de factores, desde la ansiedad hasta la depresión. Observando cuidadosamente el comportamiento de un perro, los dueños pueden obtener pistas sobre el estado emocional de su mascota.
Ansiedad por separación
Uno de los problemas más comunes entre los perros que rascan compulsivamente es la ansiedad por separación. Este tipo de ansiedad ocurre cuando un perro se siente inseguro o estresado al estar lejos de su dueño. Los perros que experimentan este tipo de ansiedad pueden rascar como una respuesta a la sensación de incomodidad, ya que buscan algún tipo de liberación a su tensión. Esto puede volverse un círculo vicioso donde rascar provoca más ansiedad, y la ansiedad a su vez provoca más rasguños.
Para abordar esta cuestión, es recomendable implementar estrategias que ayuden a un perro a sentirse más seguro cuando su dueño no está presente. Métodos como practicar salidas cortas y breves que se incrementan gradualmente o proporcionar juguetes interactivos durante la ausencia pueden presentar beneficios. Esto puede ayudar a cambiar la asociación del perro hacia la separación.
Estrés ambiental
Los factores ambientales también pueden influir en el comportamiento de un perro. Un cambio reciente en la casa, la llegada de nuevos miembros a la familia, o incluso modificaciones como ruido excesivo pueden desencadenar fácilmente ansiedad. Si un perro comienza a rascar más después de un cambio en su entorno, puede ser útil realizar un ajuste o búsqueda de nuevos métodos para brindarles tranquilidad y consistencia en sus rutinas.
Los perros son criaturas de hábitos y les gusta la regularidad. Establecer horarios claros de alimentación, ejercicio y tiempo de juego puede ayudar a brindar una sensación de estabilidad, lo que puede estar profundamente relacionado con la reducción del rasguño excesivo.
Necesidad de atención
El rasgar también puede ser un acto de llamar la atención. Algunos perros han aprendido que este tipo de comportamiento puede atraer a sus dueños, especialmente si sienten que no están recibiendo suficiente atención o interacción. Si un propietario involuntariamente refuerza este comportamiento al atender al perro después de rascar y no lo hace en otras situaciones durante el día, el perro puede empezar a rascar regularmente como un medio para atraer atención, aunque sea negativa.
Un enfoque positivo es actuar de manera proactiva, brindando atención regular, tiempo de juego y oportunidades de entrenamiento a lo largo del día. Cuando el perro recibe el refuerzo adecuado en otros momentos, la necesidad de rascar únicamente para ganar atención podría disminuir considerablemente.
Conclusión

El comportamiento de rascar que exhiben los perros después de hacer del baño es un fenómeno que está profundamente entrelazado con sus instintos, emociones y, en algunos casos, problemas psicológicos. A medida que hemos explorado, hay múltiples razones detrás de este comportamiento, y entenderlas puede ayudar a los dueños a responder adecuadamente y mantener la salud y el bienestar de sus mascotas.
Las consideraciones instintivas, como el rasguñar para dejar una firma olfativa, están enlazadas a la historia evolutiva de los perros. A su vez, liberar energía acumulada puede ser un acto de diversión y juego, y para las perras embarazadas, rascar se convierte en una necesidad vital que se conecta a su instinto maternal. Sin embargo, cuando el rasgar se convierte en un comportamiento compulsivo o se manifiesta en un contexto de estrés y ansiedad, es fundamental ser proactivo y buscar modos de aliviar la presión del animal.
Para los dueños de perros, es esencial observar los patrones de comportamiento de su mascota. Si el rasguño excesivo parece estar asociado con problemas de ansiedad, estrés o cualquier inquietud psicológica, consultar a un veterinario o a un especialista en comportamiento animal puede ser el camino más adecuado. Brindar un entorno seguro y estable, enriquecer su vida con actividades, y asegurar que hay un contacto regular son pasos prácticos que atenderán las necesidades de su perro.
Así que la próxima vez que observes a tu perro rascarse después de hacer sus necesidades, recuerda que está comunicando algo más allá de lo superficial. Con el conocimiento adecuado y la atención a su comportamiento, puedes ayudar a tu amigo de cuatro patas a llevar una vida más feliz y equilibrada.

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